La gran historia del Internet Móvil, la tecnología que revolucionó la movilidad.

El principio: 1G

Todo empieza por alguna parte y en 1970 un nuevo estándar de conectividad llegó al mundo. Su uso fue lo que le dio vida a los primeros celulares y nos permitió realizar llamadas sin tener un cable pegado a nuestras cabezas. El nombre común que llevaba esta tecnología era ‘celular’ ya que la señal transmitida se dividía en unas celdas hexagonales y que se podían reutilizar de manera dinámica según sea el caso. La señal 1G solamente permite la realización de llamadas telefónicas y la transferencia de datos entre las torres.

La segunda iteración: 2G

A principios de los noventa, el crecimiento de las tecnologías que hacen parte de los teléfonos móviles y la rápida penetración de estos dispositivos en el mundo generó que las redes móviles se quedaran un poco cortas y no aprovechan todo el potencial que los dispositivos creados a su alrededor. Fue entonces cuando se empezó a usar una tecnología que se desarrolló en los ochenta: el estándar GSM permite la transferencia de datos a una velocidad mayor y permitió que entrara en juego capacidades como el correo de voz y los mensajes de texto. Algunos de los teléfonos más avanzados en esta generación podrían incluso acceder a portales web especialmente optimizados para su uso en esos dispositivos.
Los portales WAP, que eran los sitios optimizados, se popularizaron y los proveedores se dieron cuenta que la tecnología de ese momento no era suficiente. Eso aceleró EDGE, cuyas siglas significan: Enhanced Data Rates for GSM Evolution o taza mejorada de datos para la evolución GSM. Con esta tecnología llegaron las notificaciones vía internet, la navegación en portales más completos y abrió la puerta para la tecnología 2.5G.

El que cambió el juego: 3G

Antes de la llegada del 3G, la idea de ver videos o sostener un videoconferencia a través de un teléfono móvil era algo reservado para la ciencia ficción. Aunque ya los primeros smartphones empezaron a surgir y se veía inevitable la idea de que en algún punto existirían redes de datos inalámbricas de alta velocidad, todavía no se tenían este tipo de experiencias. Todo cambió en el año 2003 cuando en el Reino Unido se lanzó de manera oficial una nueva generación de las telecomunicaciones. Se trataba de una versión de la conectividad EDGE ‘en esteroides’ la cual le permitía alcanzar velocidades de hasta 2 Mbps, cientos de veces más de lo que la conectividad GSM había logrado.
Ahora los usuarios podían acceder a versiones completas de los sitios web que los usuarios de computadores de escritorio tenían. Fue en este momento cuando los smartphones llegaron por fin de forma masiva a los consumidores, convirtiéndose en accesorios increíblemente valiosos para nuestras vidas. Se dio lugar a un crecimiento exponencial de la industria móvil, una que ya ha logrado mover la aguja del dinero en su dirección y tiene a las compañías más valiosas del mundo concentradas en casi un 100% en un futuro móvil.
Cercano al final de esta generación vieron la luz también nuevos estándares de corta duración como HSPA y el HSPA+ que lograron velocidades para los consumidores de hasta 12 Mbps y en países con infraestructuras móviles avanzadas, como Corea del Sur, el HSPA+ logro velocidades de hasta 72 Mbps.

Ahora navegamos en yate: 4G

La cuarta generación de las comunicaciones móviles fue una evolución natural de las bases que ya había establecido la conectividad 3G y los últimos miembros de esta época como el HSPA+. La conectividad Long-Term Evolution se comercializa al público como 4G LTE y escala de forma considerable la potencia de transmisión que los estándares 3G ofrecían. Actualmente es el más reciente estándar de telecomunicaciones y logra velocidades de hasta 100 Mbps para los consumidores en redes normales y de hasta 1 Gbps en redes fijas.
Esta velocidad permite procesar más información y actualmente se pueden reproducir videos en resoluciones 4K directamente a nuestros teléfonos sin problema. También se aprovecha la transferencia para darle prioridad a los servicios en nube y actualmente los dispositivos ejecutan una gran parte de sus servicios apoyados en una fuerte infraestructura en línea en lugar de estar localizados en el terminal.

Lo que sigue es un cohete: 5G

Cuando miramos todos estos momentos históricos podemos darnos cuenta que cada nueva generación de tecnología dispara aún más la llegada de nuevos dispositivos y servicios y si antes no creíamos que servicios como Periscope y Netflix verían la luz en dispositivos móviles, por sus requerimientos de conexión, ahora son de los servicios más utilizados en estas plataformas. El 5G esta a unos pocos años de distancia y aunque su implementación puede tardar, su llegada plantea nuevos escenarios en el uso de tecnologías móviles. Es difícil adivinar cómo será el campo de juego en ese momento pero ya varios jugadores importantes en el mercado se están preparando para la llegada de la quinta generación de las comunicaciones inalámbricas.
Huawei por ejemplo nos cuenta que en sus pruebas de 5G se ha alcanzado 1.000 veces más capacidad que 4G, podrá soportar hasta 1.000 millones de conexiones, tendrá latencia de un milisegundo y una velocidad de hasta 10 Gpbs; esto cambiará por completo el panorama y tanto la industria de los servicios en nube como la del entretenimiento y la comunicación cambiaran de formas increíbles, así que solo nos resta estar listos para redefinir una vez más nuestra experiencia con el internet.

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